El empeño de algunas monarquías por
afianzar su poder y establecer un reino con fronteras claras,originó numerosos
conflictos entre monarcas europeos.
El conflicto
más grave fue la Guerra de los cien Años, que enfrentó a Francia e Inglaterra
entre 1337 y 1453. La guerra se inició por un problema sucesorio de la corona
francesa y por la pretensión del monarca inglés de ser reconocido
como rey de Francia.
Aunque los
ingleses ocuparon durante años buena parte del territorio
francés, el conflicto finalizó con la victoria de Carlos VII de Francia. Esta
guerra fue el primer enfrentamiento medieval entre Estados y no entre señores
feudales.
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